Enfermedad de las vacas locas (encefalopatía espongiforme bovina o EEB)
La enfermedad de las vacas locas, o encefalopatía espongiforme bovina (EEB), se vio por primera vez en ganado bovino (o vacuno). Está relacionada con la variante de una enfermedad que afecta a los humanos llamada enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Ambas enfermedades afectan el cerebro y son mortales en cualquier parte del mundo, y son causadas por un prion. Un prion es una proteína que carece de ADN (ácido nucleico). Se cree que es la causa de varias enfermedades infecciosas del sistema nervioso. Comer carne vacuna infectada puede hacer que una persona se contagie la enfermedad de las vacas locas.
¿Qué es la enfermedad de las vacas locas?
La enfermedad de las vacas locas es un trastorno neurológico progresivo mortal que afecta al ganado bovino, a causa de una infección de un prion. En los humanos, esta afección es causada por comer carne vacuna contaminada con el prion. La mayoría de los casos de esta enfermedad en ganado bovino ocurrieron en el Reino Unido. En Estados Unidos, se detectaron algunos casos en ganado bovino entre 2003 y 2006. En consecuencia, se extremaron las regulaciones alimentarias.
Además de los casos informados de la enfermedad de las vacas locas en el Reino Unido (el 78 % de los casos se informó allí) y los Estados Unidos, se han detectado casos en otros países, incluidos Francia, España, Países Bajos, Portugal, Irlanda, Italia, Japón, Arabia Saudita y Canadá. Se han implementado medidas de control de salud pública en muchos países para evitar que los tejidos posiblemente infectados entren en la cadena de suministro de alimentos de las personas. Estas medidas preventivas han resultado eficaces.
¿Qué es la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob?
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es un trastorno del cerebro mortal y muy poco frecuente. Causa una demencia (deterioro de las funciones mentales) rápida y progresiva, además de alteraciones neuromusculares. Esta enfermedad, que es similar a la enfermedad de las vacas locas en algunos aspectos, ha afectado a hombres y mujeres entre 50 y 75 años. La variante, no obstante, afecta a personas más jóvenes (la edad promedio de aparición es 28) y tiene características atípicas en comparación con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Desde 1996, esta variante se ha detectado en alrededor de 230 personas, la mayoría del Reino Unido y otros países de Europa. En los Estados Unidos, es muy poco frecuente.
¿Cuál es la probabilidad de contraer la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob al comer carne vacuna y sus derivados del ganado bovino en Europa?
Hoy en día, la probabilidad es muy baja: tal vez menos de 1 caso cada 10 mil millones de porciones si es que el riesgo existe realmente. Quienes viajen a Europa y quieran reducir el riesgo de contraer esta enfermedad, pueden directamente no comer carne vacuna ni sus derivados, o pueden elegir determinados productos, como pedazos sólidos de carne en lugar de carne picada o embutidos. Es menos probable que los pedazos de carne sólidos estén contaminados con tejidos que puedan tener la proteína que causa la enfermedad. Se cree que la leche y los productos lácteos no pueden transmitir esta proteína. Ni la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob ni su variante pueden contagiarse a través del contacto directo con una persona infectada. Se han visto algunos casos a causa de una transfusión de sangre de un donante infectado. La mayoría de los casos de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en humanos no son la variante y no están relacionadas con el consumo de carne vacuna, aunque sí se deben a la presencia de priones.
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